lunes, 23 de septiembre de 2013

Los viajes de Gulliver

Como a la mayoría de las personas, a mí me gusta mucho viajar. Los Viajes de Guliver era mi película preferida de cuando yo era chico. En el mundo de la gente pequeña, cuando Guliver se transformaba en un gigante, eso era lo que más me gustaba a mí. Yo supongo que es lo mejor que se puede hacer, viajar. Ver Guliver también es bueno, pero no es tan entretenido verla todo el tiempo, aunque hay muchas películas de Guliver. Se puede hacer una maratón de películas de Guliver para ver todo el día. Pero sería un poco monótono aunque también permitiría ir viendo los cambios de tendencias, cómo se fue modificando todo. El mundo, como fueron cambiando las modas y las apariencias. Y sobre todo cómo fue cambiando el cine y los efectos a partir de la incorporación de la tecnología. Yo por ejemplo, alquilé unos apartamentos en Buenos Aires a través de internet y antes eso no se podía hacer. Antes uno tenía que llegar al lugar y alquilar hotel o ir por recomendación. Si no, pedir una lista de hoteles. Ahora gracias a internet se pueden ver los hoteles y las habitaciones y se pueden obtener comentarios de los usuarios acerca de si los hoteles son buenos o son como dice la página de internet propia de los hoteles. O sea, si presentan las características de confort que acreditan en sus propias páginas o si es todo una mentira. Eso hay que pensarlo bien antes de hacerlo. Lo que sucede aquí también es que hay mucha competencia y uno a veces puede quedar abrumado por tanta oferta de servicios. Hay mucho para elegir y mucha gente comenta y todos esos comentarios hay que leerlos. Y no todos tienen las mismas opiniones ni el mismo tipo. Es que algunas personas esperan más que otras o simplemente muchas veces se puede tener distintas experiencias en el mismo lugar.